Más de 150 estudios científicos han medido la correlación entre el perfil de personalidad de los empleados y su rendimiento. Para cada profesión, existen rasgos de la personalidad que poseen las personas denominadas productivas y que no poseen las que no lo son. Algunas dimensiones de la personalidad conducen a un buen rendimiento en un determinado puesto de trabajo; mientras que para otros puestos de trabajo, es la ausencia de dicha dimensión la que aumenta el rendimiento. Por ejemplo, la imaginación y la creatividad son factores importantes de desempeño en contextos laborales donde se busca la innovación. Sin embargo, estas dimensiones de la personalidad entre los empleados que trabajan en contextos profesionales donde no son necesarias, provocarán un bajo desempeño debido a la desmotivación. Por ejemplo, el personal de mantenimiento con un alto nivel de creatividad e imaginación son poco valorados por sus superiores jerárquicos.
De ahí la importancia de analizar cuidadosamente el puesto de trabajo para asegurar que el perfil de los candidatos es adecuado.